Termitas


Se han descrito unas 3000 especies de termitas en el mundo distribuidas en nueve familias. Se encuentran principalmente en los trópicos, aunque algunas especies se han adaptado a climas templados y por extensión a zonas urbanas. En la Península Ibérica se conocen, por el momento, cinco especies pertenecientes a dos familias de las que tres son autóctonas y dos se cree que son invasoras.
Morfología
Las termitas, al igual que las hormigas, están divididas en castas especializadas de acuerdo con su papel en la colonia. Sin embargo, a diferencia de las hormigas se pueden encontrar machos y hembras en los tres tipos de castas.
Los reproductores
Podemos distinguir reproductores primarios o fundadores, y los suplementarios o neótenicos. Ambos se originan a partir de las ninfas, estadios inmaduros con esbozos alares y aparato reproductor con capacidad funcional. Los reproductores primarios son los denominados rey o reina. Son ejemplares alados, más grandes, con ojos, mandíbulas, antenas cortas y son mucho más esclerotizados y oscuros que el resto de castas. Cuando fundan el nido pierden las alas.
Los reproductores suplementarios aparecen a partir de las ninfas en caso de muerte de los fundadores o si se produce una separación de parte de la colonia del grupo principal. En estos animales los órganos sexuales se vuelven funcionales, además de otros cambios morfológicos como son la aparición de ojos y el oscurecimiento del cuerpo.
Las obreras
Es la casta más numerosa (80-90% de los ejemplares). Son las encargadas de suministrar comida a la colonia, así como al mantenimiento del nido. Son de color amarillo pálido y más pequeños que los reproductores. Poseen una cabeza grande con mandíbulas potentes y tienen un aparato digestivo muy grande. Existen machos y hembras entre las obreras, pero sus órganos sexuales no son funcionales. De forma estricta, las obreras sólo se encuentran en el grupo de termitas más evolucionadas (Termitidae, no presentes en la Península). En las más primitivas (familias Rhinotermitidae o Kalotermitidae) aparece otra casta conocida como las falsas obreras o pseudoergados originadas a partir de larvas o de ninfas y que son de tamaño algo más grande. En este grupo de termitas las funciones de las obreras las realizan los pseudoergados y las ninfas.
Los soldados
Se distinguen de las obreras por su cabeza muy desarrollada y esclerotizada. Pueden poseer grandes mandíbulas (mandibulados), tener la cabeza en forma cónica y terminada en una prolongación (narigudos), o no tener mandíbulas y tener la cabeza truncadas en forma de ladrillo con la que taponan las brechas en los nidos. Algunas especies tienen en la cabeza un orificio por el que segregan una sustancia para defenderse de los agresores.
Biología
La colonia se funda tras la salida al exterior de los enjambres de los reproductores (adultos alados). Esto sucede cuando las condiciones climáticas son las adecuadas, pudiendo ser de corta duración (todos los adultos salen en unos poco días) o bien a lo largo de varios meses en los que van saliendo unos pocos ejemplares cada vez que las condiciones son las adecuadas. En todo caso evitan las horas de máxima actividad de sus principales depredadores, los pájaros.
Los adultos alados son malos voladores y no vuelan grandes distancias. Rápidamente, caen al suelo y pierden las alas. En el suelo, las hembras atraen a los machos mediante feromonas. Una vez formada una pareja reproductora (pareja real) buscan un sitio donde hacer el nido. Excavan una pequeña cámara nupcial en la que copulan y en la que, al cabo de una semana, la hembra pone unos pocos huevos. Las obreras que nacen de éstos, empiezan a alimentar a la reina a la que, a partir de ese momento, se le ensancha el abdomen (hasta 10-12 cm en algunas especies) y se dedica a poner huevos (en algunas especies varios millares por día).
La pareja real puede vivir bastantes años, en las especies más comunes hasta 10 años, aunque se han citado longevidades de 50. Las obreras viven menos, pero pueden alcanzar los 5 años.
El desarrollo de los inmaduros es complejo y varía entre grupos de termitas. En las más evolucionadas (Termitidae) de forma general el primer estadio (y a veces también el segundo) es la larva. Sin esbozos alares, de este estadio pueden surgir bien las ninfas, inmaduros con esbozos alares de las que surgirán al cabo de un número variable de mudas los reproductores, o bien las obreras de las que pueden surgir también los soldados o los reproductores suplementarios. En el grupo de las termitas inferiores (Rhinotermitidae y Kalotermitidae) tras cuatro o cinco estadios larvarios pueden surgir las ninfas, de las que se originan los adultos después de tres o cuatro mudas, o pueden surgir las falsas obreras (o pseudoergados) que podríamos considerar un estadio totipotente ya que de él se pueden originar soldados, nuevos reproductores o seguir mudando sin diferenciarse en otras castas. Por otra parte, también las ninfas pueden convertirse en pseudoergados y de ellos el resto de las castas. Todo este complejo desarrollo hace que las colonias de termitas puedan considerarse inmortales, ya que bastan unas pocas ninfas, obreras o pseudoergados para que se originen todas las castas. En las colonias, el control de aparición de los distintos miembros de las castas a partir de las ninfas está cuidadosamente controlado mediante hormonas y feromonas.
El alimento principal de las termitas es la celulosa de la madera. Este polisacárido no es digerible por los animales ya que es necesaria una enzima, la celulasa, que no poseen. En el caso de las termitas, tradicionalmente se ha atribuido su capacidad de degradación de la celulosa a la presencia de microorganimos flagelados (aunque estos no están presentes en todas las familias) y bacterias simbiontes, que viven en el tubo digestivo de las termes. Sin embargo, recientemente se ha descubierto que las termitas producen también sus propias celulasas. También existen termitas que “cultivan” hongos que digieren la celulosa dentro de los termiteros.
Las obreras y pseudoergados alimentan al resto de las castas depositando en su boca una mezcla de saliva y alimentos predigeridos. Este sistema, conocido como trofolaxia, es importante también para la comunicación, manteniendo la cohesión y estructura de la colonia. Un momento delicado para las termitas es el de la muda, ya que pierden los organismos simbiontes necesarios para la alimentación. En este caso, recuperan los simbiontes al alimentarse de una secreción anal de otros miembros de la colonia, tras haberlos estimulado acariciando el dorso de los donantes con sus antenas.
Los tipos de nidos pueden variar según las especies. Existen termitas que hacen un único nido simple directamente en la madera de la que se alimentan, existiendo dos tipos dependiendo de la humedad de la madera que atacan (termitas de madera seca o de madera húmeda). Otros por el contrario, hacen varios nidos interconectados entre ellos, en el suelo (termitas subterráneas) cerca de los lugares en los que se alimenta. En zonas tropicales o subtropicales se encuentran especies que hacen grandes nidos sobre el suelo o en el interior de la tierra, desde los que se desplazan para alimentarse.
Las termitas necesitan una humedad elevada, superior al 50%, para sobrevivir. En las termitas subterráneas es especialmente importante el grado de humedad del suelo. La temperatura óptima para el desarrollo de las termitas es de 25-30ºC, pudiendo soportar incrementos considerables de temperatura siempre que sea de forma puntual. Son más sensibles a las bajas temperaturas, aunque algunas especies pueden sobrevivir con temperaturas cercanas a los 10ªC.
Especies presentes en la península ibérica
Termitas de madera seca
Existen dos especies de termitas de madera seca Kalotermes flavicolis, especie autócotna y Cryptotermes brevis que se considera como especie exótica invasora.
Estas especies hacen nidos únicos en el interior de la madera de la que se alimentan. Las colonias de K. flavicolis las forman los adultos que salen en pequeños grupos, de forma escalonada, desde julio-agosto hasta noviembre-diciembre. Los adultos miden unos 10 mm y son de cuerpo marrón oscuro, con excepción del protórax (el segmento debajo de la cabeza, que es de color amarillo. Las alas son también oscuras.
Una vez que la pareja real excava la cámara nupcial en la madera, la hembra empieza a depositar los huevos. Estos tardan en eclosionar entre 50-60 días. Las ninfas tardan aproximadamente un mes en desarrollarse. Las colonias alcanzan una población de 1000 a 1500 individuos.
En el caso de C. brevis los adultos son de tamaño algo más pequeño que K. flavicolis, de coloración más clara y no tienen el protórax amarillo. Las alas son translucidas. La biología es similar a la de K. flavicolis. Sus colonias suelen ser pequeñas, en torno a 500 individuos. Es una especie de zonas tropicales que se ha adaptado a vivir en las ciudades donde encuentra las condiciones adecuadas.
Termitas subterráneas
En la Península se encuentran al menos tres especies del género Reticulitermes, de las que una de ellas R. flavipes se cree que es invasora desde Norteamérica.
Los nidos de Reticulitermes suelen encontrarse en el suelo, formando una red de galerías y cámaras, atacando madera enterrada o en contacto directo con el suelo. Requieren una humedad elevada, por lo que es posible encontrar sus nidos cerca de desagües, conductos de agua… A pesar de esto, Reticulitermes no depende del suelo para vivir, ya que este es simplemente el sustrato en el que pueden hacer las galerías para alcanzar la madera de la que se alimenta, por lo tanto también pueden hacer sus nidos en otras localizaciones como directamente en la madera. La pareja real que funda la colonia suele hacer su cámara nupcial en madera húmeda que está en contacto con el suelo.
Los vuelos nupciales suelen suceder en primavera, cuando las condiciones son adecuadas, y normalmente después de precipitaciones. A diferencia de Kalotermes la salida de los adultos alados se suele hacer en un periodo corto de tiempo y en grandes cantidades cada vez. Las colonias suelen ser mucho más grandes que las de Kalotermes, pudiendo alcanzar los 200.000 ejemplares. Es típico en este género la presencia de numerosos reproductores secundario
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